Lama Michel en Almería 2009
Se dice que la motivación es la base de todo. Para que una práctica sea espiritual es necesaria una motivación correcta. Por eso lo primero que tenemos que preguntarnos es la motivación con la que venimos aquí. Cada uno tenemos una motivación distinta, posiblemente sea parecida, pero cada uno tiene una diferente.
¿Por qué es tan importante la motivación? Podríamos decir que la acción es como disparar una flecha y la motivación es la dirección hacía donde dirigimos la flecha. La dirección lo cambia todo. Puedo venir aquí a recibir enseñanzas con distintas motivaciones: tener una buena imagen, ganar dinero, pasar el tiempo, ser de beneficio para una sola persona, ser de beneficio para todos los que están aquí, beneficiar a los que están aquí para puedan compartirlo con otros y así poder ser de beneficio para muchas personas, o lo puedo hacer con la motivación de querer alcanzar la iluminación para el beneficio de todos los seres. Se puede hacer con muchas motivaciones y esto va a cambiar completamente la dirección de la flecha. Por eso, la base, es tener una motivación espiritual, porque estamos aquí para hacer una práctica espiritual.
En las enseñanzas de Lam Rim, el camino gradual a la iluminación, se dice: Todo lo que se hace para esta vida, no es espiritual. ¿Qué quiere decir con esto? No quiere decir que esta vida no sea importante o que no se pueda hacer algo de beneficio para esta vida. No es eso. Pero todo lo que hacemos únicamente para esta vida, es mundano.
¿Cuáles son las cosas que son sólo de esta vida? ¿Podemos llevar el cuerpo para la próxima vida?¿podemos llevar nuestras posesiones materiales para la próxima vida? Imposible. Por muchos bienes materiales que tengamos cuando muramos no podremos llevar nada con nosotros. ¿Podemos llevar nuestra imagen? Yo soy Lama Michel, acaso en el bardo, alguien me llamará “Oh Lama Michel”. Cuando renacemos, no podemos mantener la imagen de la vida pasada. Cuando empieza una nueva vida, la imagen es nueva. El Cuerpo, los bienes materiales, la imagen, el nombre y los placeres sensoriales, son cosas únicamente de esta vida.
¿Qué porcentaje de tiempo dedicamos a estas cosas en nuestra vida? ¿Cuánto tiempo dedicamos a trabajar para tener bienes materiales? y no solamente a trabajar, sino también a cuidar de nuestros bienes materiales. ¿Cuánto tiempo dedicamos a nuestra imagen? La forma en que hablamos, como nos movemos, como nos vestimos, todo eso está muy relacionado con la imagen.
Lo importante ahora es conocer por qué estamos aquí. No estamos aquí para obtener placeres sensoriales, tampoco para ganar dinero o obtener algo material; no estamos aquí para tener una buena imagen, esto es más difícil de eliminar pero no es imposible. Creo que no hemos venido aquí para mostrar que somos buenos practicantes. Al empezar las enseñanzas hacemos las postraciones, que son un símbolo de humildad y una forma de eliminar el apego a nuestra imagen. Podemos decir que hemos venido aquí con una motivación que tiene muchas posibilidades de ser espiritual, porque no existen las condiciones para conseguir algo mundano.
Dentro de la motivación espiritual, existen muchas motivaciones distintas. Cuando hacemos algo que no es para los bienes materiales, no es para nuestra imagen y no es para los placeres sensoriales, ¿para qué es? Es algo que puede continuar después de la muerte. En occidente le llamamos alma; en budismo, continuo mental, mente muy sutil.
¿Qué hay en nuestra mente muy sutil? Podemos decir que están nuestras emociones y sentimientos más profundos. Por ejemplo, no podemos afirmar “hoy a las tres voy a estar muy enfadado”, no tenemos que prepararnos para enfadarnos, ni para sentir amor o compasión, son sentimientos que vienen de forma espontánea. No nos tenemos que preparar para sentir pereza, es algo que viene de modo natural, espontáneo. Todos los sentimientos que vienen de forma espontánea, son un reflejo de lo que está en nuestra mente muy sutil. Por eso, transformar estos sentimientos tan profundos, transformar nuestra mente en lo profundo es algo que llevaremos después de la muerte, a la próxima vida. Entonces, el esfuerzo que supone escuchar enseñanzas, hacer prácticas, todo lo que se hace para transformar la mente muy sutil, forma parte de la práctica espiritual. Así podemos decir, que la razón por la cual estamos aquí estos días, es para transformar nuestra mente.
Cuando empecé en el monasterio, mi maestro dijo algo que para mí es muy importante, dijo: “Tienes muchas cosas que estudiar y que aprender, más si todo lo que aprendes no lo usas para modelar tu mente, es mejor que vayas a estudiar geografía, matemáticas, ingeniería o cualquier otra cosa, porque el objetivo de las enseñanzas de Dharma es transformar la mente”.
Las enseñanzas como mero conocimiento no sirven de nada, por eso la motivación es tan importante para poder transformar la mente. No estamos aquí para aprender de forma académica cuales son los tres aspectos principales del camino. Decir cuáles son los tres aspectos principales del camino es muy fácil, pasar de la cabeza al corazón es más difícil, pero éste es nuestro objetivo principal pasar algo que apenas está es nuestra cabeza al corazón. Primero necesitamos comprender para después realizar. La comprensión está en la cabeza, la realización en el corazón.
¿Cuál es nuestro mayor deseo? Ser felices. El objetivo de todos los seres humanos, de todos los animales, de todos los seres que sienten, es la felicidad. Desde que éramos niños, no hemos hecho otra cosa que intentar ser felices. Y no solamente desde niños, desde hace muchas, muchas vidas, estamos intentando ser felices por todos los medios: con los bienes materiales, con los placeres, con nuestra imagen, ¿Lo hemos conseguido? No, no lo conseguimos. Intentamos ser felices con los tres juntos y tampoco lo conseguimos. El punto principal es que desde que tenemos memoria hemos hecho de todo para ser felices y no lo hemos conseguido. Necesitamos alguien que nos ayude, ya que solos no conseguimos ser felices. Necesitamos de alguien que haya conseguido la felicidad para que nos muestre el camino.
¿Qué estamos haciendo equivocado? Porque solo hay dos posibilidades: o es imposible ser feliz o hacemos algo que no está bien. Examinemos la primera posibilidad, ¿es posible o no ser feliz? Yo pienso que es posible por dos razones; la primera es que he conocido a muchas personas que son mucho más felices que yo interiormente y esto me demuestra que es posible ser más feliz de lo que yo soy. Lo principal es ver qué es lo que me hace infeliz. El enfado, la insatisfacción, el deseo, el apego, los celos, la ignorancia, la arrogancia. ¿Es posible disminuir el enfado? Si, necesita esfuerzo, pero es posible. ¿Es posible disminuir los celos, el miedo o la ignorancia? ¿Es posible amar a más gente, dos personas más, tres? ¿Es posible tener más compasión? ¿Es posible desarrollar la generosidad? Sí es posible. Es posible disminuir el enfado, los celos, la ignorancia y todo lo demás. Sí es posible eliminar las causas del sufrimiento, es posible eliminar el sufrimiento. Este es un punto muy importante para nosotros.
Cuando yo tenía más o menos dieciocho años tuve una crisis interior. Vivía en el monasterio en India y me pregunté: ¿es posible alcanzar la iluminación? Creo en la iluminación de alguien, los grandes maestros del pasado si pudieron alcanzar la iluminación pero para mí es imposible, ya la renuncia es difícil. Yo tuve esta crisis cuando empecé a estudiar un poco más lo qué era la renuncia. Si el primer paso era tan difícil, ¿cómo iba a realizar los otros? Imposible, tal vez en la época de Lama Tsong Khapa, de Nagaryuna fuera posible pero en estos días era imposible. Estuve muy mal. Me preguntaba que estaba haciendo ahí, dedicando mi vida al Dharma sin creer en el resultado. Claro que una crisis no nace de un día para otro y tampoco se puede solucionar en un día, necesita algún tiempo. Fui a hablar con Lama Gangchen, con mi maestro de filosofía Gheshe Thubten Rinchen y una vez que fui a Israel y tuve un encuentro con el Dalai Lama, también le pregunté sobre esto.
Juntando todas las respuestas ví que, en primer lugar, la iluminación y las realizaciones, como la renuncia, la compasión, el amor, la eliminación del enfado, todas las realizaciones, son graduales. No se obtiene la renuncia de un día para otro o la compasión por todos los seres; es algo gradual. Todas las realizaciones son graduales. Lograr una pequeña realización es la prueba de que es posible obtener algo más. Si es posible disminuir un poco el enfado, es posible disminuirlo un poco más y un poco más, hasta eliminarlo. Lo mismo ocurre con el deseo, el apego, los celos, el miedo, la ignorancia y todo lo demás. Si es posible desarrollar el amor y amar más a una persona, a dos y a tres; es posible amar más y más y más. Igual la compasión, la generosidad y las demás cualidades.
¿Qué es la iluminación? No debemos ver la iluminación como algo muy místico. La iluminación es el estado interior donde no existen los venenos mentales, donde no existe ignorancia, aversión, celos, apego, deseo, insatisfacción. Es un estado interior donde ya no hay venenos mentales y se han desarrollado al máximo las cualidades interiores. Esto quiere decir que el amor no es solo hacia una, dos o tres personas, es un amor hacia todos, con ecuanimidad. Lo mismo la compasión, la sabiduría, todo está en su máximo potencial.
La iluminación es cuando se alcanza la eliminación completa de todos los venenos mentales y el desarrollo completo de las cualidades interiores. Es posible porque es posible disminuir los venenos mentales y aumentar las cualidades. Por esto es posible alcanzar la iluminación para cada uno de nosotros, pero tenemos que tener presente que es un proceso gradual para el cual necesitamos de las enseñanzas, estas son como un mapa, alguien que nos guía en el camino, que nos dice que tenemos que dar este paso y después este otro. En portugués decimos El camino de las piedras y quiere decir, donde tenemos que colocar nuestros pies para hacerlo de una forma estable y segura para alcanzar nuestro objetivo. Por eso es muy importante recordar que las enseñanzas no son algo que tenemos que conocer intelectualmente, sino que son un mapa para nuestro desarrollo espiritual, para nuestro camino espiritual, para nuestra trasformación interior.